La Máquina arrolla y toma la cima
Por: Lázaro Romero
Cruz Azul sigue imparable, en la penúltima jornada de la Liga MX, la Máquina visitó al Puebla y se llevó un triunfo contundente de 3-0 que lo coloca momentáneamente en la cima del torneo. El conjunto dirigido por Nicolás Larcamón dominó de principio a fin, mostrando un futbol dinámico y con mucho orden. Desde los primeros minutos, el equipo celeste impuso condiciones, generó peligro constante y dejó claro que su objetivo es cerrar el torneo en lo más alto.
El primer golpe llegó al minuto 33, cuando Mateusz Bogusz aprovechó una gran jugada colectiva y definió cruzado al poste derecho para poner el 1-0. Con la ventaja, Cruz Azul no bajó el ritmo y siguió atacando la portería poblana, aunque sin fortuna en la definición. El dominio era total, la posesión era celeste y el control del partido no tenía discusión, así, la Máquina se fue al descanso con el marcador a su favor.
En la segunda parte, Cruz Azul mantuvo la intensidad y encontró rápidamente el segundo tanto. Al minuto 58, Jeremy Márquez sacó un disparo potente que se desvió en un defensor y terminó dentro del arco, desatando la euforia celeste, el Puebla intentó reaccionar, pero la presión y el orden del equipo visitante no le dieron espacio para generar peligro. La Máquina seguía tocando y atacando con paciencia, sabiendo que el tercero caería en cualquier momento.
Ese tercer gol llegó al minuto 87, Omar Chagoya apareció en el área chica para empujar el balón al fondo de las redes tras un gran centro de Ángel Sepúlveda. Con el 3-0 definitivo, Cruz Azul selló una victoria redonda que refleja el gran momento que atraviesa el equipo. La conexión entre sus líneas, la confianza y la solidez defensiva lo colocan como uno de los principales candidatos al título.
Con este resultado, la Máquina Celeste llega a lo más alto de la tabla momentáneamente, ahora se prepara para su último compromiso del torneo regular ante los Pumas, el día sábado ocho de Noviembre a las 21:00 horas. Cruz Azul está encendido, con el ánimo por las nubes y la mirada puesta en la liguilla.
